Es fácil dar pasos adelante y seguir acercándose al cliente cuando el camino es recto y está libre de obstáculos. Pero cuando las cosas cambian de rumbo, la única forma de mantener el impulso hacia adelante es mediante el uso inteligente de los datos. La información sobre los clientes proporcionará en última instancia el mapa que tu compañía necesita para navegar por nuevos terrenos y hacerlo sin perder de vista a las personas a las que tu empresa sirve en última instancia. Y aunque los datos son la única base sobre la que puede construirse la actual oferta de CX, como están descubriendo las fintech y los neobancos, la información sobre los clientes se convierte rápidamente en ceros y unos si tu marca no tiene las capacidades, la experiencia o los fondos disponibles para crear la CX que describen los datos. Por eso la colaboración es crucial para todas las marcas de servicios financieros. Con el apoyo adecuado, cualquier compañía puede aprovechar y hacer operativos los datos y utilizarlos para construir una experiencia del cliente que dé prioridad al toque humano, cumpla las expectativas y refleje los retos a los que se enfrentan los consumidores de todo el mundo. Un enfoque adecuado de la experiencia del cliente reduce la pérdida de clientes, aumenta la fidelidad y el lifetime value y -cuando los presupuestos se reducen, el escrutinio aumenta y las normativas crecen- reduce el coste del servicio.